Nunca se necesitaría poner título para la explicación de un
cuadro. Un cuadro no se explica. La Plástica no
necesita el lenguaje oral ni el escrito, es un lenguaje autónomo.
Todos los cuadros de Paul
Klee llevan títulos. ¿Por qué? El autor se ha centrado en el encuentro
plástico, el título es secundario.
A muchas personas les hace feliz el título porque les
llega más la obra, les emociona más,
comprendemos y sentimos mejor la intención del artista.
Una obra abstracta, sin título también nos emociona
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