La filosofía de Shopenhauer es una reflexión para la felicidad. Este filósofo pertenecía a una familia adinerada y tenía una renta vitalicia y esto le permitiría dedicarse a pensar y a escribir.
Virginia Wolff en su libro "Una habitación propia" nos hace pensar sobre el hipotético tema de ser mujer y cobrar una renta vitalicia de por vida. Posiblemente se podría dedicar a pensar y a escribir.
¿Qué hacemos nosotros? ¿Cobramos una renta o no? ¿Cobraremos el paro y la jubilación?.......
Nuestro cerebro, ¿Qué tal está? ¿Dormido o despierto?
¿Nos regocijamos en el VICTIMISMO, por qué no podemos completar la filosofía de Shopenhauer?
¿Lloramos? ¿Por qué lloramos? Por no pertenecer al Grupo de Blomsbury?
¿Por qué lloramos? ¿Por no tener una renta vitalicia?.
Shopenhauer reflexionaba para evitar sufrimiento. Los dos, la escritora y el filósofo apostaban por la interioridad y la introspección. En cualquier caso esto va dirigido a una "acción constructiva".
Debemos agradecerles su trabajo, esfuerzo y creación.
Nosotros tenemos un cerebro, que yo sepa, igual que ellos.
El cerebro es un jardín, un jardín con flores muy raras, muy bellas, desconocidas, nunca vistas, con olores misteriosos, construidos con silencios estrellados, de colores diversos: profundo carmesí, rosa pétalo, niebla pura, sombra quemada. . . . , índigo, ultramar. . . . . . .
¿Te quedas atrapado en pensamientos blanqueados?
Tratándose de aspectos espirituales como son los cuadros, o el arte en sí, existiendo el color o el no color, ¿qué significa blanquear?